MOVIMIENTO DE LA FE “ SUPER FE”, APOSTOLICO Y PROFETICO
Existe un movimiento dentro del cristianismo que ha introducido a la iglesia nuevas enseñanzas heréticas o falsas doctrinas. Este movimiento tiene por nombre el Movimiento de la Fe o Super Fe. Esta ideología ofrece a la fe en sí misma un poder que recae en la palabra hablada por el ser humano, que al momento de ser expresada activa la fuerza que ella (la fe) contiene para realizar aquello que se desea. Ellos observan a la fe como un ente, una fuerza, una sustancia que tiene poder y que la palabra desata dicho poder. Todos conocemos el significado de la fe según las Sagradas Escrituras, Heb 11:1 “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”, no obstante, para ellos la fe no es en el autor y consumador de la fe, nuestro Señor Jesucristo, sino en la palabra en sí misma. Es un tanto difícil de entender, ya que suena como si estuviéramos diciendo que las palabras están cargadas de poder. Pues, así mismo es como es planteado, mas adelante daremos a conocer las frases bíblicas de las que se sustenta este movimiento.
Lamentablemente existen nuevos creyentes que han nacido dentro de las congregaciones que han abrazado este “nuevo evangelio” y que aun no han tenido la oportunidad de discernir el espíritu de error en el que se encuentran. Es posible que con la ayuda de este sencillo escrito puedan comenzar un proceso de introspección, meditación y sobre todo oración y estudio de la Palabra que le ayude a discernir el camino a seguir en la fe verdadera.
Esta nueva teología de la fe, introduce un evangelio diferente, del cual como todos reconocemos no es un evangelio en lo absoluto. Recordemos lo que dicen las Escrituras en el libro de Gálatas; Gál 1:7 “No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo”. Es importante señalar lo que la palabra sentencia sobre aquel que exponga un evangelio diferente: Gál 1:9 “Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema”. Es nuestro deber seguir el consejo de Juan sobre lo concerniente a nuestra formación como cristiano; Jua 5:39 “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;” De este estudio minucioso que realicemos de las Escrituras luego de haber escuchado alguna falsa doctrina, entonces procedemos a realizar lo que Pablo le recomienda a los tesalonicenses: 1Ts 5:21 “Examinadlo todo; retened lo bueno”, para que como a los ciudadanos de Berea nos puedan llamar nobles: Hch 17:11 “Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así”. Es nuestro deber como cristiano confrontar con la Biblia aquello que en los altares se predica como verdad.
Este movimiento dentro del cristianismo ha transformado a las congregaciones en sectas, debido a que son grupos que afirman ser cristianos pero confunden, manipulan y contradicen a la sana doctrina esencial en el mensaje de salvación. Son centralizadas en un solo líder, que disolviendo la junta de gobierno, toman las decisiones de la iglesia y manejan las finanzas unilateralmente. Estos dicen tener una nueva revelación de la palabra, aun cuando conocemos por la palabra misma que la revelación llegó hasta Juan: Mat 11:13 “Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan”. Y la revelación es para aquellos que tienen el Espíritu Santo para que cumplamos con la ley y no para violarla con falsas doctrinas, según el libro de Deuteronomio: Deu 29:29 “Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley”. Mas aun, lo contenido en la Palabra debe ser interpretada bajo la inspiración del Espíritu Santo ya que por El fue dada a los santos: 2Pe 1:20-21 “entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”. Es altamente cuestionable que un ministro que predique o apruebe a que se predique falsa doctrina en su iglesia esté inspirado por el Santo Espíritu de Dios.
Aunque existen distintas congregaciones dentro del cristianismo en Puerto Rico conocido como el de Restauración y Avivamiento, que es el que recoge mayormente las ideas del Movimiento de la Fe, entre ellos se encuentra el de tipo Mesiánico que se basa en retomar la base de las tradiciones judías y adjudicarlas al cristianismo, y el de tipo Apostólico y Profético que apoya la activación de los cinco ministerios: apóstoles, profetas, evangelistas, pastores, y maestros para restaurar la iglesia. Las principales ideas del movimiento, aunque lenta pero progresivamente se están penetrando aun en las congregaciones más conservadoras. Este nuevo mover en la Iglesia que nacen a partir del 1990, década en la que dicho movimiento toma forma comienza a diseminarse en Puerto Rico con mucha fuerza. Este nuevo pensamiento surge de "La Nueva Reforma Apostólica" y "La Tercera Ola del Espíritu Santo" en la historia de la Iglesia introducido en Estados Unidos por Peter Wagner. Este ha sido uno de los mayores líderes y promotores de las nuevas doctrinas apostólicas. Es el fundador y "Apóstol Presidente" (Presiding Apostle) de la Coalición Internacional de Apóstoles, que reúne a unos 500 apóstoles bajo su dirección. También es fundador y Canciller del Instituto Wagner de Liderazgo.
De esta forma se llevan a cabo nuevas ordenaciones o “transferencia de unción apostólica y/o profética” a ministros importantes previamente establecidos con el fin de extender el nuevo orden, en el que el nombramiento del apóstol es el de mayor influencia. Pero, ¿cuales son los verdaderos requisitos para ser apóstol de Cristo según las Sagradas Escrituras? Debemos ir al libro de los Hechos y observar los requisitos que los exégetas entienden deben tener los que son llamados bíblicamente como apóstoles: Hch 1:21-22 “Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección.” Solo aquellos que estuvieron durante el ministerio de Cristo o que como Pablo lo haya visto resucitado son los verdaderos y únicos apóstoles nombrados por Cristo. Solo hubo uno que fue nombrado por los apóstoles y fue Matías en sustitución de Judas (Hechos 1:23-26). Posterior a esos nombramientos, solo hubo seguidores, discípulos, ancianos y ordenación de diáconos y obispos, y no hubo ordenación de nuevos apóstoles.
Este nuevo movimiento aunque es compartido por diversas asambleas separadas unas de otras por el contenido de su doctrina, comparten unos rasgos esenciales, una ideología y un objetivo común; la prosperidad financiera. Además comparten elementos tales como: la palabra de fe, la fuerza de la fe, la grandeza del poder del ser humano, la degradación de Cristo y de la autoridad de Dios al pensar de que Dios tiene poder pero no tiene la autoridad, el pactar con dinero, el sembrar por la palabra, la pobreza como maldición y la riqueza financiera como bendición. Esta nueva enseñanza lejos de provenir de la Palabra de Dios se origina en la metafísica del Nuevo Pensamiento introducido por Phineas Parkhurst Quimby (1802-1866). Phineas popularizó la idea de que la enfermedad y el sufrimiento tienen su origen en el pensamiento incorrecto. El Nuevo Pensamiento recoge ideas de corte mágico, como que el pensamiento tiene poder y que la palabra que emites tiene la potestad de convertirlo en realidad.
El pionero en introducir este pensamiento en la iglesia fue Essek William Kenyon a quien se le considera el padre del Movimiento de la Fe. Essek trae al cristianismo la doctrina del Nuevo Pensamiento por medio de la confesión positiva que establece la máxima “lo que yo confieso, eso poseo”. Posteriormente teleevangelistas famosos como Kenneth Hagin, William Branham y T.L. Osborn continúan esta línea que actualmente la llevan predicadores como Joel Osteen y Joyce Meyer.
El Movimiento de la Fe absorbe ideas contenidas en ideologías de la obra de Rhonda Byrne “Secret” o Secreto. Este libro establece la “Ley de Atracción” o sea que los pensamientos atraen lo que piensas o deseas y que los mismos tienen fuerza creativa. El Movimiento de la Fe ha sustituido el llamado poder de la mente por el de la “fuerza de la fe o la fuerza de la palabra de fe”. Esta nueva forma de pensar es muy atractiva ya que se le da poder al ser humano y lo aparta de la soberanía de Dios, lo que lo convierte en un pequeño dios. Tiende esta nueva filosofía a utilizar a Dios para que cumpla con nuestras exigencias y deseos, reduciéndolo a un genio de la lámpara que solo se utiliza cuando queremos obtener algo. Esto, unido a una predicación con un alto contenido de motivación personal dirigida hacia al autoempoderamiento y que unida y a una errónea interpretación de la Palabra y una pobre explicación de la misma, hace de los nuevos evangelizadores las estrellas de la televisión con ministerios multimillonarios.
Los nuevos súper predicadores suelen torcer las Escrituras para justificar sus planteamientos. Como por ejemplo, Joel Osteen ha dicho en sus presentaciones que “debemos llamar las cosas que no son como si ya fueran”. Esa prerrogativa solo se la toma Dios. Veamos lo que dice Romanos 4:17: “(como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen”. Si se observa con detenimiento, es Dios el que llama a las cosas que no son como si fueran. Este tipo de manipulación de la Palabra se presta para errores que desvían del camino correcto a los justos. Si de algo la Biblia nos alerta es de la ignorancia, ya que por la misma nos podríamos perder, según el libro de Oseas: Ose 4:6 “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento.” Fíjense de la importancia de conocer la Palabra del Señor íntegramente. Aquel que la toma a la ligera y no la escudriña se toma el riesgo de perderse en la falsa doctrina. Los ministros que se toman el atrevimiento de introducir tales herejías se exponen a graves consecuencias. La sentencia de Dios para aquel que haga perder a alguno de sus pequeños es fuerte: Mat 18:6 “ Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar”.
En la teología de la fe, no es Dios quien reina de modo supremo; los verdaderos héroes de la fe son quienes aprenden a trabajar en armonía con la fuerza de la fe y todo lo santifican, finalizando cada petición o exigencia a Dios con la frase “en el nombre de Jesús” como si con eso se fuera a cumplir con el capricho humano de pedir lo que el cree conveniente. Los líderes de estas congregaciones son considerados por sus seguidores como poseedores de un don o ungidos con un llamado exclusivo a recibir la revelación divina. Esto le ofrece un manto que los hace intocables y tratar de cuestionar sus argumentos es ir en contra del mismo Dios Altísimo. Estos se autoproclaman ungidos y utilizan el texto de Salmos 105:15 para declarar inmunidad y su infalibilidad: Sal 105:15 “No toquéis, dijo, a mis ungidos, Ni hagáis mal a mis profetas”. No obstante, la palabra ungido se utiliza en el Antiguo Testamento para referirse a los reyes de Israel que eran los ungidos del Señor. La Palabra nos relata en el primer libro de Samuel como se sintió David al cortar la orilla del manto de Saúl el ungido o rey de Israel: 1Sa 24:5 -6 “Después de esto se turbó el corazón de David, porque había cortado la orilla del manto de Saúl. Y dijo a sus hombres: Jehová me guarde de hacer tal cosa contra mi señor, el ungido de Jehová, que yo extienda mi mano contra él; porque es el ungido de Jehová”. Aunque el texto del Salmo 105 también menciona a los profetas, en su contexto, se refiere sin duda a los patriarcas como a Abraham a quien Dios llamó profeta en general, como se hace mención en el libro de Génesis: Gén 20:7 “Ahora, pues, devuelve la mujer a su marido; porque es profeta, y orará por ti, y vivirás. Y si no la devolvieres, sabe que de cierto morirás tú, y todos los tuyos”. Es por tanto debatible si este pasaje puede aplicarse a líderes selectos dentro del cuerpo de Cristo, o a los llamados profetas.
Estos líderes han enseñado a sus fieles que la palabra en si misma tiene poder para realizar lo que fue hablada. Utilizan porciones bíblicas como Proverbios 18:21 Pro 18:21 “La muerte y la vida están en poder de la lengua” y en Marcos 11:23 -24 “Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá”. Estos textos unidos al poder de atar y desatar que concede el Señor a sus discípulos en Mateo 16:19 que dice “Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos” se utiliza para declarar, decretar, o establecer el deseo del que esta orando. No obstante, no se preguntan si eso que le piden al Señor le agrada a El. Nuestra intención o clamor debe estar alineada al plan de Dios y a su santa voluntad. Veamos lo que dice: 1Jn 5:14-15 “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho”. De nada vale que declares una palabra de fe si la misma no esta de acuerdo con el propósito de Dios para con tu vida.
A la nueva generación de cristianos del movimiento de la fe se les ha olvidado incluir la frase bíblica “si Dios quiere” en sus planes propuestos. Veamos lo que dice Santiago 4:15 sobre el particular: Stg 4:15 -16 “En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala”. Dice en su Palabra que toda frase orgullosa o jactancia semejante es contraria a ÉL. Es decir, declara como un acto de soberbia el establecer o declarar algo sin haberlo consultado al Señor. Aún peor, el Movimiento de la Fe alega que terminar la oración y/o petición con la frase “si Dios quiere” neutralizaría el poder de la palabra lanzada. Sin tener que recurrir a algún texto bíblico rebuscado, es básico señalar el olvido voluntario del Padre Nuestro en su verso número 10 del capítulo seis del libro de Mateo que establece: Mat 6:10 “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”. Cumplir con la voluntad del Señor es asegurar la victoria en el propósito que Dios nos ha dado porque su voluntad es buena, agradable y perfecta, según Romanos: 12:2“para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. Digamos mejor como el salmista: Sal 143:10 “Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud”. Recordemos lo que el libro de Daniel dice sobre la soberanía de Dios: Dan 4:35 “Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?”. Tampoco pasemos desapercibidos lo que en los Salmos se establece: Sal 135:6 “Todo lo que Jehová quiere, lo hace, En los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos”. Entonces, cuando vallamos a pedirle algo a Dios asegurémonos mediante la oración y de ser necesario ayuno que lo que pedimos le agradará a Dios y que va de acuerdo a su santa y perfecta voluntad y sobre todo que sea El quien declare una palabra de sanidad, de restauración, de sanación, de liberación, de unción y no sea nuestra palabra.
¿Acaso nuestra voluntad es igual a la voluntad de Dios?, o si pedimos de acuerdo a como lo pediría el Espíritu Santo. Recordemos lo que dice en Romanos 8:26-27 “ Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos”. Antes de imponer las manos y declarar una palabra debemos preguntarle al Santo Espíritu de Dios si se encuentra la misma en su voluntad, en sus planes y en sus propósitos para nuestra vida.
Otro error que se le atribuye a este movimiento es el que el ser humano puede cargar consigo una maldición generacional, o sea que un creyente puede cargar con una maldición de sus antepasados, conforme dice el libro del Éxodo: Éxo 20:5”…porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,”. Primeramente, habla la Escritura de que la maldición la cargará aquellos que aborrecen al Señor. En segundo lugar cuando auscultamos las escrituras encontramos posteriormente a ese pasaje en el libro de Ezequiel que dice lo siguiente: Eze 18:18-20 “ Su padre, por cuanto hizo agravio, despojó violentamente al hermano, e hizo en medio de su pueblo lo que no es bueno, he aquí que él morirá por su maldad. Y si dijereis: ¿Por qué el hijo no llevará el pecado de su padre? Porque el hijo hizo según el derecho y la justicia, guardó todos mis estatutos y los cumplió, de cierto vivirá. El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él.”, véanse también las siguientes referencias bíblicas: (Deuteronomio 24:16), (2 Reyes 14:6) y (2 Crónicas 25:4.) Cuando un recién convertido recibe a Cristo como su único Señor y Salvador se rompen todas las cadenas del infierno en él y se cumple lo que en su Palabra dice: Apo 21:5 : “He aquí, yo hago nuevas todas las cosas”.
Al hacernos nuevas creaturas, ya no solo somos creación somos sus hijos hechos a su imagen y semejanza. Nos hizo hijos de Dios y con eso nos hizo partícipes de sus promesas según encontramos en Romanos: Rom 8:14-17 “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo”. Todo decreto de pecado, de maldición y de muerte quedó liberado finalmente en la cruz del calvario, veamos: Col 2:13-15 “ Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”. No creo que sea necesario ningún otro sacrificio que el que hizo nuestro Señor Jesucristo para ser librado de una supuesta maldición generacional, todos nuestros pecados y maldiciones quedaron clavados en la cruz, ALELUYA!!.
Este nuevo movimiento repite los errores que cometió la Iglesia Católica en la edad media cuando vendían las indulgencias por dinero. En la actualidad el Movimiento de la Fe intenta vender la bendición de Dios en forma de la prosperidad financiera, de la liberación de deudas, de milagros de sanación por medio de acciones como el sembrar por la palabra y del pacto con dinero. Creo que el trabajo que realizó el fraile agustino Martín Lutero en el 1517 al clavar las 95 tesis en la catedral de Wittemberg, Alemania sobre la determinación del valor de las indulgencias con el propósito de financiar la construcción de la basílica de San Pedro, ha sido en vano. De esta empresa se encargó el fraile dominico Johan Tetzel, que enriqueció al papado con la venta indiscriminada de las indulgencias. Los ministros modernos son los actuales Tetzel, que en vez de construir la Basílica, construyen sus imperios financieros.
Hemos convertido a los dones de Dios como aquellos que podemos comprar con el dinero por medio de las prácticas del sembrar por la palabra y el pactar. Esta doctrina es muy común en estos ministerios de restauración. Observamos claramente en la Palabra, que Pedro, cuando Simón le pidió que le vendiera la capacidad de hacer milagros, Pedro lo maldijo, haciendo clara referencia que la ni la gracia, ni la unción, ni la bendición, ni los dones del Espíritu Santo se pueden comprar ni vender, veamos en el libro de los Hechos dichos acontecimientos: Hch 8:17-20 “Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo. Cuando vio Simón (el hechicero) que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo. Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero”. El elemento doctrinal del pacto con dinero consiste que el ministro llama a que los fieles a que hagan un pacto con Dios por medio de una ofrenda. Por ejemplo, al comenzar el año 2011, el ministro invita a los fieles a ofrendar $20.11 para que se cumplan las promesas que el Señor les tiene preparada para ese año. Otro ejemplo podría ser que el ministro diga durante los próximos tres meses desde el día 10 de agosto se ofrendará la cantidad de $143.00. Esto lo hacen para comprometer a Dios a que cumpla en nosotros en los próximos 143 días antes de finalizar el año el que se salde la hipoteca de la casa del que pacte, para que Dios provea sabiduría en las finanzas y para que el Señor le asigne a esa persona otro que la bendiga económicamente. Esta doctrina es claramente opuesta al evangelio que todos conocemos. Dice en su Palabra: Flp 4:6 “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”. Recordemos lo que dice el evangelio de Marcos: Mar 11:24 “Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá”. Entendemos pues, que es mediante la oración y el clamor que Dios recibe nuestras peticiones.
Con estas prácticas conceptuamos a Dios como un banquero que recibe dinero para que se aumente en intereses nuestro dinero o como un corredor de bienes que recibe nuestras inversiones económicas y las presenta al mercado de valores y las multiplica según se encuentre el valor de las acciones. Esto es una falsa concepción de Dios. Nos hemos olvidado de lo más importante, Dios es amor, lo dice en: 1Jn 4:8 “El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor”. ¿Creemos que a Dios podemos ofrecerle algo, para que nos de a cambio su bendición?, ¡que pobre concepto se tiene de Dios! Dios no desea nuestro sacrificio material, lo que Dios quiere es un corazón contrito y humillado, dice en su Palabra: Sal 51:16-17 “Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; No quieres holocausto Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios”. Nuestras obras no tienen ningún valor si se hacen interesadamente, como lo hicieron los fariseos, las obras deben ser desprendidas sin esperar nada a cambio. Recordemos lo que le dijo Jesús sobre los fariseos que oraban en las plazas, Jesús les habló diciendo: Mat 6:5 “Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa”. Ellos con sus obras piadosas en público deseaban tener la bendición de Dios, sin embargo solo tenían su desagrado. De la misma forma, el sembrar en la palabra y el pacto con dinero, son acciones humanas para adquirir bendición, como si con nuestro dinero pudiéramos comprar el poder de Dios y su favor. Nuestros sacrificios seguirán siendo el ofrecimiento del corazón humillado y arrepentido.
No hay nada bueno que salga de nuestro corazón si Dios no lo coloca allí. Si el Señor no nos inspira con el Espíritu Santo nuestras obras humanas son como dijo el profeta Isaías: Isa 64:6 “Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia”. Nuestras obras deben ser dirigidas con el deseo de agradar a Dios solo por puro agradecimiento por el ser un Dios tan bueno. Porque, ¿que le podemos dar al Señor si “de El es la tierra y su plenitud” Salmo 24:1. ¿Buscamos la bendición de Dios mediante obras humanas? Es que acaso no aprendimos nada con Martín Lutero. Lutero dejó bien claro, que nuestras obras no son suficientes para alcanzar la gracia de la salvación, de la Palabra obtuvo para nuestro bien lo siguiente: Efe 2:8-9 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”. Repasemos lo que establece en Gálatas 2:16: “sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo”. No es por el cumplimiento de doctrinas o leyes de hombres que el ser humano es justificado, ni obtiene favores de Dios, porque como dice en Romanos: Rom 11:6 “Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia”. Con estas acciones naturales, nuestra fe descansa en la eficacia de la acción de depositar una ofrenda para obtener un bien del cielo y no esta reposada en nuestra fe de los méritos de la pasión y muerte de Cristo. Nuestra fe tiene que se depositada en el sacrificio de Cristo en la cruz y no en el cumplimiento de una doctrina humana.
El nos amó desde la eternidad para compartir el amor, su bendición y su favor que desbordaba de la comunión de la Santísima Trinidad. Su amor es incondicional, no está condicionado a que nosotros le demos primero. En la Primera Epístola de Juan nos narra de la grandeza de su amor: 1Jn 4:10 “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados”. El fue el iniciador del amor y nosotros le correspondemos, según 1 Juan 4:19 “ Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero”. Y nos amó aún sabiendo que somos pecadores y que no merecemos su amor Ose 14:4 “. . .los amaré de pura gracia”. Repasemos que la gracia es un don inmerecido, por lo tanto es un regalo de amor que nos hace Dios sin esperar nada a cambio solo nuestro amor y agradecimiento.
Al parecer a los ministros del Movimiento de la Fe se les olvidó la porción de la Palabra que narra que el poder de Dios no se compra. Estas nuevas doctrinas de sembrar en en la Palabra y pactar con dinero para obtener un deseo humano resulta contradictorio a la sana doctrina. ¿Será posible que con el dinero se pueda forzar la mano de Dios para que el responda según nuestras exigencias? Para quien no entienda lo que se quiere decir con esto, se refiere a la acción del fiel de depositar una ofrenda en la ocasión de que escuche de la predicación algo que se identifique con la situación de esa persona y como Dios respondió favorablemente ante lo narrado. Es decir, si se escuchó de la Palabra predicada que Moisés con la vara dividió el Mar Rojo y usted tiene ante si un problema que le impida moverse espiritualmente, usted deposita una ofrenda para que Dios le abra el camino de la misma forma en que el Señor le abrió paso a Moisés en medio del mar. Esa doctrina no tiene fundamento bíblico. De la lectura de la Palabra todavía no he encontrado en el Antiguo Testamento que los judíos hayan realizado tal acción en las sinagogas, ni que Jesús que vino ha hacer cumplir con la ley, la haya establecido en los evangelios.
Los ministros del Movimiento de la Fe comparan la aportación de dinero al ministerio, mejor decir “a Dios” con la siembra del agricultor. Ellos sostienen que el agricultor siembra porque sabe que va a tener una cosecha. O sea, se observa el acto de sembrar en la palabra como una forma de inversión en el banco que ofrece intereses de hasta el ciento por uno y hasta del mil por uno. Dicho de otro modo, se ofrenda porque se tiene la seguridad que será multiplicado la cantidad de dinero ofrecida. Estos planteamientos son obtenidos la segunda carta a los Corintios capítulo 9 que dice:
2Co 9:6 “Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará”. 2Co 9:10 “Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia”.
La Biblia nos enseña a dar sin esperar nada a cambio. Cuando Jesús le habló a sus discípulos sobre a quien invitar a cenar, les dijo que invitara a quien no les pudiera devolver el favor dado, observemos: Luc 14:13-14 “Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos”. La recompensa nos la será dada en los cielos y no aquí. No obstante se concentran en que la recompensa será dada en esta vida conforme el evangelio de Mateo: Mat 19:29 “Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna”. Pero una vez mas olvidan de la soberanía de Dios según lo expresa en Salmos 103:19 “Jehová estableció en los cielos su trono, Y su reino domina sobre todos”. Queremos obligar al Creador y manipularlo según su propia Escritura para satisfacer nuestros propias intereses y no los Suyos. La generosidad consiste en dar sin esperar nada a cambio, esta nueva doctrina atenta contra el don mas preciado del cristiano, el amor desinteresado. Estos ministros elevan el evangelio de la gloria, que es el obtener las promesas del cielo aquí en la tierra sin pasar por el evangelio de la cruz. Les sucederá a estos ministros como en la parábola del hijo pródigo, que regresarán destruidos al Padre luego de haberle pedido que le adelantara lo que le tocaba en herencia, y por su insensatez de haberlo derrochado en el mundo quedó en la ruina.
Mas que sembrar dinero en las arcas del ministerio debemos hacer hincapié en sembrar los frutos del Espíritu Santo en nuestros hermanos, los mas necesitados. Estos frutos los encontramos en Gálatas: Gál 5:22-23 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. De esta forma se siembra en la verdadera iglesia que según Santiago 1:27: Stg 1:27 “La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo”. De esta forma alcanzaremos aquellos que se nos promete en las Escrituras en la carta de Pablo a los Colosenses, las verdaderas riquezas del Reino: Col 2:2-3 “para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”.
No solo se le dice a los fieles que serán recompensados 100 veces más sino también 1,000 veces más. Esta doctrina es conforme a la promesa hecha por Dios a Abraham. En el libro del Deuteronomio narra lo siguiente: Deu 1:11 “¡Jehová Dios de vuestros padres os haga mil veces más de lo que ahora sois, y os bendiga, como os ha prometido!” Esta promesa se la recordaba Moisés a su pueblo, haciendo alusión a que serían multiplicados en número como le fue dicho a Abraham con el fin de multiplicarse como las arenas del mar o como las estrellas del cielo para poblar la tierra. De esta forma quieren comprometer a Dios en multiplicar cada dólar sembrado en proporción de mil por cada uno. Dicho elemento doctrinal no tiene fundamento bíblico.
Otra práctica del Movimiento de la Fe es el hecho de que si eres pobre es porque probablemente el enemigo de las almas te robó lo que te pertenecía y él tendrá que devolvértelo multiplicado siete veces más. Este planteamiento proviene del libro de los Proverbios 6:30-31, a saber: Pro 6:30 “No tienen en poco al ladrón si hurta Para saciar su apetito cuando tiene hambre; Pero si es sorprendido, pagará siete veces; Entregará todo el haber de su casa”. Como todos conocemos al maligno se le conoce como aquel ladrón que ha venido a hurtar, matar y destruir según el evangelio de Juan: Jua 10:10 “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir”. No obstante, en el Antiguo Testamento se obligaba al ladrón a que devolviera el contenido de lo robado multiplicado por siete veces según la ley, cuando robaba por hambre. El Movimiento de la Fe, toma esa lectura y la une con el contenido de Juan 10:10 y realizan toda una nueva doctrina de que Satanás te tendrá que devolver lo que te hurtó multiplicado siete veces más.
No conforme a esto, existe la práctica de ofrendar las primicias. Esto consiste en ofrecer como ofrenda la totalidad del primer salario devengado en el año y de haber comenzado en un nuevo empleo, el primer salario cobrado en su totalidad se considera como primicias. Esto no es conforme a lo que establece la Palabra de Dios. Las primicias según el Antiguo Testamento consistían en ofrecer una cesta llena de lo mejor de los frutos de la primera cosecha y que fuera entregada a los sacerdotes del templo. Veamos lo que la Palabra dice sobre el particular en el libro de Levítico: Lev 23:10 “Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega”. Imaginemos a los agricultores entregando la totalidad de los frutos recibidos de la tierra en una gavilla o en un tipo de cesta, sería imposible. Una vez más observamos que estos nuevos elementos doctrinales no poseen una base bíblica.
Estas doctrinas tienen como base la idea de que debemos ser prosperados tal y como las Escrituras establecen en la tercera epístola de Juan que expresa: 3Jn 1:2 “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”. Es el deseo de Juan al anciano Gayo que éste sea prosperado en el aspecto material, no obstante, le desea la salud, pero sobre todo le desea que sea prosperada su alma. El Movimiento de la Fe se concentra en el aspecto de la bendición financiera y la salud al momento de sembrar y pactar y no se le ofrece mucho énfasis en el profundizar en la prosperidad espiritual. Ellos han establecido el sembrar en la palabra, el pactar y el ofrecer las primicias como los principios del reino, olvidando que los verdaderos principios del reino son cumplir con los mandamientos (Éxodo 20:1-17), tener las cualidades de los que son bienaventurados según en el sermón del monte (Mateo 5:3-12) y finalmente: Mar 12:30-31 “Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos”.
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La Palabra del Señor habla muy claramente sobre las riquezas materiales y sus tentaciones, que este tipo de ministerio insiste en que poseamos, veamos solo algunas;
Mat 6:24 “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”.
1Ti 6:9 “Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;”
Mar 10:23 “Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!”
1Ti 6:10 “porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe…”
Pro 11:28 “El que confía en sus riquezas caerá;”
Pro 23:4 “No te afanes por hacerte rico;
Sé prudente, y desiste.”
Pro 23:5 “¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas?”
Eze 28:5 “Con la grandeza de tu sabiduría en tus contrataciones has multiplicado tus riquezas; y a causa de tus riquezas se ha enaltecido tu corazón.”
Mat 6:19 “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;
Mat 6:20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.
Mat 6:21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.”
Pro 11:4 “No aprovecharán las riquezas en el día de la ira;
Mas la justicia librará de muerte”.
¿Cuales son las verdaderas riquezas que debemos alcanzar según la poderosa Palabra de Dios?
Col 2:2 “para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo,
Col 2:3 en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
Col 2:4 Y esto lo digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas”.
¿En que debemos ser enriquecidos y para que?
1Ti 6:18 “Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos;
1Ti 6:19 atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna”.
La Biblia nos encomienda a buscar las riquezas celestiales mediante una vida de santidad aquí en la tierra en vías de alcanzar el reino prometido.
Existe una creencia en el Movimiento de la Fe que debemos ser ricos o millonarios porque Jesús mismo fue rico. Ellos tratan de demostrarlo por medio de ciertas lecturas de la Palabra. Primeramente, indican que Jesús era adinerado ya que al momento de su pasión llevaba puesto una túnica de una sola pieza que para aquel tiempo se le atribuía su uso solo a la clase adinerada. Eso se obtiene del evangelio de Juan: Jua 19:23 “Cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús, tomaron sus vestidos, e hicieron cuatro partes, una para cada soldado. Tomaron también su túnica, la cual era sin costura, de un solo tejido de arriba abajo”. La pregunta es ¿de donde vino esa túnica? Pasemos a libro de Lucas en donde leemos que fue obtenida del Rey Herodes cuando fue llevado ante su presencia a solicitud de Pilatos: Luc 23:11 “Entonces Herodes con sus soldados le menospreció y escarneció, vistiéndole de una ropa espléndida; y volvió a enviarle a Pilato”. Como observamos, la túnica no le pertenecía a Cristo sino a Herodes.
El segundo punto que utiliza el Movimiento de la Fe es decir que Cristo era tan rico que necesitaba un tesorero que ese caso era Judas Iscariote. Es necesario aclarar que el dinero era llevado a los pies de los apóstoles quienes distribuían los bienes según las necesidades, véase el libro de los Hechos: Hch 2:44-45 “Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno”. Por tal razón, si tenían algún dinero no podían ser grandes cantidades ya que se disponía de las finanzas según fuera necesario. Si Cristo fuera rico no le tuviera que pedir a Pedro que pescara un pez del cual extrajera las dos dracmas necesarias para entrar a Capernaum. (Mateo17: 24-27).
Por último tenemos el planteamiento que la casa de Jesús era grande ya que albergó a una multitud de personas según lo que se obtiene en Juan. Sin embargo, cuando leemos las Escrituras encontramos que la invitación que Jesús hizo no fue a la multitud sino a Juan, Andrés y a Simón, leamos:
Jua 1:37 Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús.
Jua 1:38 Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras?
Jua 1:39 Les dijo: Venid y ved. Fueron, y vieron donde moraba, y se quedaron con él aquel día; porque era como la hora décima.
Jua 1:40 Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan, y habían seguido a Jesús.
Jua 1:41 Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías
Una vez más debemos recordar que el ministerio de Jesús fue uno prácticamente de carácter nómada. El recorría las ciudades y pernoctaba en donde le ofrecieran posada, por ejemplo en el evangelio de Lucas nos narra el episodio con Zaqueo el jefe de los recaudadores de impuestos: Luc 19:5 “Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa”. En ocasiones simplemente podía dormir al escampado: Mat 8:20 “Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza”. Es necesario reconocer la pobreza de nuestro Señor Jesucristo, veamos: 2Co 8:9 “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos”. Es el deseo de Dios que el hombre no ponga su confianza en las riquezas sino en su poder. Personalmente, me gustaría que todos los cristianos pudiéramos hacer la oración de Agur hijo de Jaqué que se encuentra en Proverbios 30:8-9: “Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; No me des pobreza ni riquezas; Mantenme del pan necesario; No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios.”
Debemos escudriñar una vez más las escrituras y darnos cuenta de lo que verdaderamente esta sucediendo en nuestra iglesia veamos. Es nuestra responsabilidad de hacer el esfuerzo y pedirle al Señor que abra nuestros ojos y oídos espirituales a la verdad para que se pueda cumplir en nosotros su Palabra: “Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” Juan 8:32. Pero la Palabra nos exhorta a estar alertas de estas falsas doctrinas a fin de estar apercibidos: 1Ti 4:1 “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;”. El hecho de que se adore al nombre de Jesús en dichos lugares no quiere decir que estén promoviendo la sana doctrina, recordemos: Mat 7:21 “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.” Verdaderamente el estilo de vida de opulencia que se declara en este tipo de congregaciones se aparta del humilde ejemplo que Cristo nos dejó en las Escrituras. Reconozcamos el error de la falsa prosperidad ya que de darse de inmediato la venida de Jesús, nuestro Señor probablemente nos repetiría: Mar 7:6-7 “Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me honra, Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres.” Sigamos las recomendaciones de la Palabra y obremos como lo establece la primera epístola de Juan: 1Jn 2:6 “El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo”.
Ciertamente el regreso del Señor no tarda y definitivamente nos encontramos en los postreros tiempos, pero con el cumplirse los tiempos con ellos también se ofrecen el cumplimiento de las profecías. En este caso en específico se nos ofrece un evangelio distinto y muy atractivo que nos ofrece la oportunidad de enriquecernos con el poder que sale de nuestra boca, aun al margen de la voluntad del Señor. A este tipo de nuevo evangelio la Biblia le llama doctrina de demonios como pudimos ya leer. Y no es que a esa nueva doctrina se le pueda llamar evangelio, sino que los líderes le ofrecen tanta importancia que a esos “principios del reino” que no se encuentran en la Biblia y estos ministros le ofrecen igual o mayor peso que al contenido global del mensaje de salvación de las Escrituras. La Biblia expresa muy claramente lo que le sucederá a quien enseñe dicha doctrina, veamos.
Gál 1:7 No que haya otro (evangelio), sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.
Gál 1:8 Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.
Gál 1:9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.
Ser anatema significa sea maldito, observemos la traducción Kadosh Israelita Mesiánica de Estudio:
Gál 1:9 Lo dijimos antes y lo diremos otra vez: Si alguien anuncia las "buenas noticias" contrarias a lo que ustedes recibieron, ¡qué esté bajo maldición para siempre!
Desde la introducción de Peter Wagner de los cinco ministerios para restaurar la iglesia de Cristo, se han dado una serie de ordenaciones o mejor dicho, “transferencia de unción a los nuevos ministros”. Estos, y su sofisticados y adinerados estilos de vida distan mucho del estilo de vida modesto y austero de los únicos y verdaderos apóstoles establecidos por Jesucristo y de sus primeros discípulos.
Los llamados apóstoles y profetas modernos has introducido lenta pero progresivamente estas nuevas doctrinas de forma paulatina cambiando la Palabra con la idea de la prosperidad financiera y la riqueza como bendición. Esta ideología ha apartado al pueblo de Dios del verdadero evangelio, convirtiendo las iglesias en lugar de recolección de dinero de los fieles para enriquecer a los ministros. Esto queda establecido en la segunda epístola de Pedro, observemos:
2Pe 2:1 “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras…
2Pe 2:2 Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado,
2Pe 2:3 y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme.”
Los nuevos falsos apóstoles y profetas han convertido al Templo de Señor en cueva de ladrones. Son los nuevos mercaderes del templo. Si Jesús regresara hoy les diría lo mismo que le dijo a los vendedores: Luc 19:46 diciéndoles: “Escrito está: Mi casa es casa de oración; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. A estos ministros las Sagradas Escrituras les llama falsos apóstoles que se disfrazan de ovejas pero son por dentro lobos furiosos dispuestos a devorar a sus presas, veamos: 2Co 11:13-15 “Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.”Al éstos manipular la Palabra, sacarla de contexto y usarla como pretexto para justificar sus pretensiones, su conocimiento se le ha cubierto de tinieblas y el fruto de la misma se observa en el siguiente texto:1Ti 6:4 “está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, 1Ti 6:5 disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad,” A este punto ya no pueden discernir, Dios los ha entregado al espíritu de error y de estupor: Rom 11:8 “como está escrito: Dios les dio espíritu de estupor, ojos con que no vean y oídos con que no oigan, hasta el día de hoy”. Definitivamente se han desviado de la verdad y han desviado la fe del pueblo de Dios: 2Ti 2:18 “se desviaron de la verdad…, y trastornan la fe de algunos.”
La palabra nos apercibe a mantener la sana doctrina, a ser: Tit 1:9 “retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen”. Pero, si continuas en la falsa doctrina de la riqueza material serás como la semilla que cae entre los espinos, ahogarán esa Palabra y no crecerá: Mat 13:22 “… pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.” Nuestra tierra la hemos contaminado con esta doctrina de demonios, no es de extrañarse el hecho de que tanta palabra que se ha decretado en la vida de los creyentes no se haya realizado, veamos el por que: Jer 3:2-3 “Alza tus ojos a las alturas, y ve en qué lugar no te hayas prostituido. Junto a los caminos te sentabas para ellos como árabe en el desierto, y con tus fornicaciones y con tu maldad has contaminado la tierra. Por esta causa las aguas han sido detenidas, y faltó la lluvia tardía; y has tenido frente de ramera, y no quisiste tener vergüenza”.
Me he preguntado por que el Señor ha permitido que estas herejías destructoras de la Iglesia de Jesucristo sean establecidas con un relativo éxito. La Palabra contesta lo siguiente: Mat 13:25 “pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.” Mat 13:30 “Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero”. Al final el trigo será separado de la cizaña y su Palabra se cumplirá. El mundo y sus placeres han adormecido con la falsa doctrina a la Iglesia e inclusive la ha dividido entre sus pastores. Se ha establecido un principado de división en el que cada concilio y congregaciones buscan sus propios intereses y tratan de conseguir con espíritu de protagonismo extender el reino, cuando todos sabemos que será el Señor que lo hará cuando descienda con la Jerusalén celestial. Que el Señor tenga misericordia de nosotros los que nos llamamos cristianos y haga cumplir en nosotros su deseo de llegar a la unidad de la fe: Efe 4:13 “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios”.
Las falsas doctrinas aquí expuestas han sido producto de experiencias vividas de propio y personal conocimiento, que aunque han sido dolorosas han servido para ofrecer un poco de luz al camino de los que han pasado o están pasando por esta experiencia. Reconozco lo difícil que es abandonar una fe que sirvió para restaurar y encaminar nuestras vidas en vías de la salvación, no obstante sus caminos no son verdaderos. Recordemos lo que la Escritura nos dice en Proverbios 14:12: “Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte”. Por lo tanto les digo como relata en Isaías 52:11 “Apartaos, apartaos, salid de ahí, no toquéis cosa inmunda; salid de medio de ella”.
Sean ricamente bendecidos en el amor de Jesucristo
Su hermano en Cristo,
José Alberto Hernández Pagán
Ponce, Puerto Rico
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